En los últimos años se ha disparado el interés por las «inversiones alternativas». En un mundo de alta volatilidad bursátil y de caída de los precios de los bonos, muchos inversores, sobre todo institucionales y de grandes patrimonios, han buscado diversificar sus portafolios con nuevos activos. Los activos alternativos, que tienen una baja correlación con las clases de activos tradicionales, como las acciones y los bonos, han ofrecido una solución. Estos activos no solo han permitido a los inversores crear portafolios más equilibrados, sino captar también nuevas fuentes de rentabilidad.
Entre los grupos de empresas que se están beneficiando del creciente interés por las alternativas están las empresas de capital privado (PE, por sus siglas en inglés). Un subconjunto del mercado de inversiones alternativas, el capital privado se refiere a la participación en empresas que no cotizan ni se negocian públicamente. Las empresas que operan en este espacio recaudan dinero de los inversores y luego inyectan este capital en negocios que se cree que tienen un potencial de crecimiento significativo. Luego se llevan una parte de los beneficios si sus inversiones tienen éxito. Es un modelo de negocio lucrativo que puede generar grandes rendimientos para los accionistas a largo plazo.
A continuación, analizamos más de cerca cómo funciona el mundo del capital privado y debatimos por qué podría ser un buen momento para considerar las acciones de capital privado para su portafolio.
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¿Cómo funciona el capital privado?
El mundo del capital privado (PE) se compone esencialmente de fondos e inversores que invierten en empresas privadas con el objetivo de generar mejores rendimientos que los que pueden obtener en los mercados públicos.
En el corazón de la industria se encuentran firmas de capital privado como Blackstone, KKR, The Carlyle Group y Apollo Global Management. Estas empresas de inversión recaudan dinero de una serie de inversores, entre los que se encuentran inversores institucionales (fondos de pensiones, fondos soberanos, compañías de seguros, dotaciones, etc.) así como particulares de alto patrimonio y reúnen este capital para crear fondos de PE. Estos fondos realizan entonces inversiones en empresas que tienen un gran potencial.
La mayoría de las veces, las empresas de capital privado utilizan el capital obtenido para invertir en empresas emergentes y privadas en sectores como la tecnología, la sanidad y la biotecnología. El capital puede utilizarse para financiar nuevas tecnologías, realizar adquisiciones, ampliar el capital circulante o reforzar los balances.
Sin embargo, a veces las empresas de PE utilizan el capital que han obtenido para adquirir el control de empresas públicas y así poder llevarlas al ámbito privado en un proceso conocido como «buyout» (compra). El objetivo aquí es mejorar las empresas, lejos del escrutinio de los inversores del mercado público y revenderlas a un precio mayor más adelante. Esta estrategia puede utilizarse si una empresa tiene una valoración inferior a sus reservas de efectivo en su balance.
A menudo, las empresas de capital privado tratan de añadir valor a las empresas en las que invierten. Por ejemplo, podrían ocupar algunos puestos en el consejo de administración, traer un nuevo equipo directivo, recortar agresivamente los costes o escindir las áreas del negocio con bajo rendimiento. Estos movimientos pueden ayudar a maximizar el valor de las empresas.
Las recompensas pueden ser sustanciales. Normalmente, las empresas de PE ganan dinero a través de las tarifas de gestión y de rendimiento. Así, por ejemplo, pueden cobrar una tarifa de gestión del 2 % anual sobre los activos gestionados y luego el 20 % de los beneficios obtenidos por la venta de los negocios. Cuanto mayor sea el rendimiento de la inversión que obtengan los fondos, mayores serán las tarifas de rendimiento de las empresas.
Las operaciones de capital privado en el mundo real
Cabe destacar que la financiación de capital privado ha ayudado a numerosas empresas conocidas a llegar a donde están hoy. Algunos ejemplos de empresas que se han beneficiado del PE en los últimos años son:
- Airbnb: después de que Airbnb tuviera que posponer sus planes para la salida a bolsa en 2020 debido a la pandemia de coronavirus, la empresa recaudó más de 1000 millones de dólares en financiación de las firmas de PE Silver Lake y Sixth Street Partners. Airbnb dijo en su momento que los fondos se utilizarían para invertir a largo plazo. Cuando Airbnb salió finalmente a bolsa en 2021, el precio de sus acciones se disparó, por lo que lo más probable es que estas empresas obtuvieran un gran retorno de la inversión.
- Hilton Worldwide Holdings: en 2007, el grupo Blackstone adquirió Hilton Worldwide (entonces Hilton Hotels Corporation) en una operación de compra apalancada (LBO, por sus siglas en inglés) por valor de 26 000 millones de dólares. En los años siguientes, Blackstone reestructuró la ejecutiva, la estructura de la deuda y los procesos operativos de Hilton, y la convirtió en una organización mucho más rentable. A continuación, volvieron a cotizar en bolsa a través de una OPI. En total, Blackstone obtuvo unos 14 000 millones de dólares de beneficios de la LBO.
- Lululemon: en 2014, Advent International adquirió la mitad de la participación del fundador de Lululemon, Chip Wilson, en la empresa de «athleisure» (deporte y ocio) por 845 millones de dólares. El socio gerente de Advent, David Mussafer, y el director general, Steven Collins, se incorporaron entonces a la junta directiva en un esfuerzo por mejorar el rendimiento de la empresa. Lograron sus metas y eso dio sus frutos a lo grande. Desde este acuerdo, el precio de las acciones de Lululemon ha subido de unos 40 a unos 280 dólares.
Las ventajas de añadir acciones de capital privado a un portafolio
Para los inversores, la incorporación de acciones de capital privado a un portafolio presenta una serie de beneficios potenciales. Algunos de los principales beneficios son los siguientes:
- Exposición al mercado del capital privado. La inversión directa en capital privado no es fácilmente accesible para el inversor medio. Esto se debe a que la mayoría de las empresas de PE suelen atender solo a los inversores que están dispuestos a invertir cientos de miles o incluso millones de dólares. Sin embargo, al invertir en las acciones de estas empresas, los inversores pueden obtener exposición al mercado. Al poseer acciones de estas sociedades de inversión, los inversores pueden aprovechar su experiencia y su alto nivel de rentabilidad sin tener que desembolsar tanto capital como si invirtieran en los fondos de capital privado reales.
- El potencial de grandes rendimientos a largo plazo. El mercado de capital privado está creciendo a un ritmo rápido en estos momentos gracias a la gran demanda de inversiones alternativas y esto se refleja en los precios de las acciones de numerosas empresas del sector. Blackstone y KKR, por ejemplo, han visto subir el precio de sus acciones alrededor de un 170 y un 150 %, respectivamente, en los últimos cinco años. Muchas empresas de PE también pagan dividendos regularmente.
Solo con fines ilustrativos. El rendimiento pasado no es una indicación de los resultados futuros.
- La capacidad de respaldar a empresas y emprendedores de alto crecimiento. El mercado del PE permite a los inversores exponerse a empresas más pequeñas y prometedoras que pasan un poco más desapercibidas, así como a líderes visionarios. Un ejemplo de ello es el creador de Fortnite, Epic Games, que ha recibido una considerable financiación de PE a lo largo de los años. En 2018, su valoración era inferior a 5000 millones de dólares. Hoy, sin embargo, tiene una valoración de más de 30 000 millones de dólares.
- Exposición a las principales tendencias tecnológicas. En los últimos años, numerosas empresas de PE han invertido en tecnologías cuyo uso se vio acelerado por la pandemia. Algunos ejemplos de estas tecnologías son la informática en la nube, los programas informáticos empresariales y la ciberseguridad. A principios de este año, por ejemplo, KKR y Global Investment Partners adquirieron el operador de centros de datos, CyrusOne, por 15 000 millones de dólares.
- Diversificación. Cuando los inversores buscan acciones en el sector financiero, suelen decantarse por las acciones bancarias. Invertir en empresas de PE puede ofrecer una forma alternativa de apostar por el sector financiero.
Por qué ahora podría ser un buen momento para invertir en acciones de capital privado
Teniendo en cuenta lo que está sucediendo en los mercados de capitales hoy en día, podría ser un buen momento para considerar las acciones de capital privado. En este momento, los mercados financieros del mundo están experimentando un importante restablecimiento de la valoración. Como resultado de ello, las valoraciones de las empresas tanto públicas como privadas (en particular en el sector tecnológico) han caído significativamente. Es probable que este reajuste de la valoración genere algunas oportunidades atractivas para las empresas de PE, ya que podrán invertir en empresas innovadoras a valoraciones mucho más bajas. Comprar barato debería, en última instancia, aumentar su rentabilidad a largo plazo, lo que, a su vez, debería impulsar la rentabilidad de los accionistas.
Para ayudar a los inversores a tener exposición a las acciones de capital privado, TBanque ha creado el Smart Portfolio Private-Equity. Se trata de un portafolio de inversión totalmente asignado y centrado específicamente en empresas de PE que cotizan en bolsa. Diseñado para los inversores a largo plazo, este Smart Portfolio proporciona acceso al mundo del capital privado con un solo clic y ofrece exposición a algunos de los principales actores del sector, como Blackstone, Apollo Global Management, KKR y Carlyle.
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